domingo, 7 de febrero de 2021

MALCOM & MARIE

 Ficha técnica

Título: Malcom & Marie
Guión: Sam Levinson
Director: Sam Levinson
Año: 2021
País: Estados Unidos
Duración: 106 min
Reparto: Zendaya, John David Washington
Productora: Little Lamb, The Reasonable Brunch, Netflix
Fotografía: Marcell Rév 
Género: Drama




Una pandemia no ha sido suficiente para que Sam Levinson dejase pasar su momento de éxito tras la gran acogida de su último trabajo, Euphoria. Durante los duros meses del pasado 2020, y con Zendaya y John David Washington como aliados, Sam Levinson escribió y dirigió con máxima discreción su último largometraje, Malcom & Marie.

Malcom y Marie llegan a casa tras la fiesta en la que se estrena la película dirigida por Malcom. Lo que debería ser una noche de celebración se torna en una interminable discusión que dura toda la noche en la que los reproches, las inseguridades y la ingratitud ponen de manifiesto las grietas de una relación de pareja que hace aguas.

Malcom & Marie es una historia minimalista, repetida en innumerables ocasiones en la historia del cine, con una impecable ejecución por parte de Sam Levinson y sus protagonistas.

La película, aunque con un trasfondo que apoya la trama sobre la frivolidad escondida tras el aparente glamour de Hollywood y los problemas de drogodependencia de la protagonista al más puro estilo Euphoria, no es más que el retrato de una pareja con serios problemas de comunicación y cierta sobredosis de ego. El grueso de la trama son los personajes de Malcom y Marie y sus interminables diálogos que, paradójicamente, no hacen más que evidenciar su falta de comunicación y entendimiento. Diálogos, que en ocasiones toman más bien la forma de monólogos, magistralmente escritos e interpretados de manera soberbia. Malcom & Marie funciona como el perfecto escaparate tanto para el director como para los protagonistas. La película es un regalo para los actores.

La tensión sexual y la frustración emocional marcan el ritmo de la historia. Con una realización muy cuidada y emotiva, y una fotografía muy ilustrativa en completa consonancia con la narrativa y la interpretación de los personajes. Ningún plano ni ningún movimiento de cámara está hecho al azar. Son destacables los plano secuencia en los que se dilata el tiempo y los personajes se persiguen por la escenografía en movimientos circulares como el gato y el ratón. Todo ello en un fabuloso blanco y negro a través del cual la historia adquiere un extra de glamour, un refuerzo de emotividad tanto en los momentos de pasión como en los de desasosiego de los protagonistas.

En definitiva, la espera y la intriga con la que llegaba el último trabajo de Levinson ha sido recompensada con una gran película que no decepciona en ninguno de sus aspectos.

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