miércoles, 5 de mayo de 2021

LUX AETERNA

Ficha técnica

Título: Lux aeterna
Guión: Gaspar Noé
Director: Gaspar Noé
Año: 2019
País: Francia
Duración: 51 min
Reparto: Béatrice Dalle, Charlotte Gainsbourg, Abbey Lee, Karl Glusman, Félix Maritaud, Paul Hameline, Luka Issac, Claude-Emanuelle Gajan-Maull, Fred Cambier, Lola Pillu Perier, Loup Brankovic, Maxime Ruiz, Mica Arganaraz, Stefania Cristain, Tom Kan, Yannick Bono
Productora: Vixens, Les Cinemas de la zone, Saint Laurent
Fotografía: Benoît Debie
Música: Pascal Mayer
Género: Drama, metacine, thriller


“Hoy en día, la mayoría de los cineastas son muertos vivientes 
y sus filmes son como ellos”
                                     
                                                                        (Jean Luc Godard)

Lux aeterna narra el caos desatado en el rodaje de una película sobre la caza de brujas en la edad media, en la que la falta de organización y la guerra de egos se convierten en los protagonistas de la narración. 

Cuando asistimos al visionado de una de las obras de Gaspar Noé tenemos claro que nos vamos a encontrar con un ejercicio de experimentación cinematográfica en todos los niveles. El cineasta nos sorprende habitualmente con un cine con una identidad propia, una narrativa original y reconocible, y en muchas ocasiones una estética que es capaz de provocar repulsa y atracción al mismo tiempo en una forma de contar que se aleja de los cánones establecidos. En cualquier caso, lo que está claro es que Gaspar Noé no es uno de esos muertos vivientes de los que hablaba Godard. Cada una de sus películas provoca emociones y están muy lejos de dejar al espectador indiferente.

Gaspar Noé lleva a sus personajes al límite, los pone a prueba en un vaivén de emociones extremas dentro de un guión que explora los instintos y la naturaleza más primaria del ser humano. Todo ello con una particular forma de narrar la historia en la que juega tanto con la diversidad de los puntos de vista como con la alteración temporal de la narración. En ambos sentidos la obra de Gaspar Noé es un experimento y un juego con los recursos que el propio medio proporciona al artífice de la historia. 


“Los cineastas tenemos una gran responsabilidad.
Debemos elevar el filme del plano de la industria al del arte”
                                                                                                 
                                                                               (Carl Theodor Dreyer)

En sus últimos largometrajes existe una carga emocional menos impactante que en otras de sus obras como Seul contre tous, Irréversible o Love. Con Lux aeterna el cineasta da un paso más en su experimentación con el medio y propone un ejercicio de metacine en el que la trama central es el rodaje de un filme experimental que a su vez está siendo filmado en making of. Casi desde el inicio somos espectadores del rodaje desde dos puntos de vista que se nos presentan con el recurso de la pantalla partida, algo que no habíamos tenido antes en el cine de Gaspar Noé y que es una de las principales innovaciones narrativas que nos propone con su última obra. Está claro que Gaspar Noé huye de las formas convencionales, y ello nos proporciona toda una experiencia en cada una de sus historias.

Lux aeterna narra cómo un rodaje experimental se convierte en la caza de brujas que se vaticina al comienzo de la película con las imágenes del inicio y con la primera conversación de la directora y la protagonista, antes de sumergirnos en el rodaje al que asisten los personajes. A partir de aquí, la película abre una reflexión acerca del papel de la mujer en la industria del cine, los tópicos que señalan al sector, y el papel de cada uno de los personajes tanto en el rodaje como en las relaciones interpersonales que se establecen entre ellos. Con el recurso de la pantalla partida se nos posiciona tanto como espectadores como partícipes del rodaje entre bambalinas. Fluimos en el delirio de la narración y somatizamos con todas las emociones ayudados por el montaje, la realización, y todo un espectáculo de luz y color que nos lleva a la misma catarsis emocional que sufren los protagonistas. 

Quizás Lux aeterna no es el filme de Gaspar Noé con mayor carga emocional, pero sí es la obra con la que el cineasta ha conseguido un mayor vínculo entre la historia y la exploración emocional del público, a través de la ruptura con los márgenes narrativos. Gaspar Noé nunca deja indiferente, y cada una de sus obras es una experiencia única dentro de la amalgama de historias homogéneas que invaden la ficción cinematográfica actual.